¡Maldito traidor! – gritó Danna dirigiéndose a Estelar – Vaya, vaya – comentó el oscuro amo de el
robot - ¿Y con esa misma boca besas a tu madre? – Búrlate si quieres, pero jamás nos rendiremos ante ti –
agregó la joven humana. – Definitivamente ya no los hacen como antes. ¿Verdad Estelar? – Así es Binigota
Taa. – No entiendo – exclamó pensativo Oztrando - ¿Por qué el engaño; por qué no dejar que Mara A'Kame terminara
con nosotros? – ¿Me preguntas a mí o te preguntas a tí? – Si lo que piensas es usarnos para acabar con tu competencia
estas equivocado – dijo Danna – Nunca nos uniremos a ti Asura – agregó Gloya. – "Nunca" suena tan
definitivo. En fín, tendré que hablar con esa bola de pelos verdes. – Le envía saludos señor. – dijo Chat -
¿Sí? – Así es. Dice que lo extraña. – Tonto sentimental, pero después de todo hasta Estelar peca de romántico.
– Estelar hizo un gesto de inconformidad ante el comentario de su amo. Los kundalini estaban desconcertados. –
Continuemos pues con estos jóvenes guerreros. Creo que me disponía a responder la pregunta del gnomulón. ¿Qué pretendo?.
Nada. He cumplido mi deuda ante mi viejo amigo, los he traído hasta aquí para que encontraran a sus Caballeros Karmatrón
. Lo hicieron, ellos murieron, ustedes viven. Fín, mi trabajo está hecho, si gustan pueden quedarse a cenar. - ¿Asura?
– exclamó Veitch confundido – Ya les dije que soy mas que eso. ¿Acaso los Kundalini nunca entienden? –
Usted sí entendió amo Binigola Taa – contestó Chat - ¡Yo no soy Kundalini! – reclamó con furia moderada.
– Pero lo fue , gran Binigola Taa. – Sí, supongo que lo fuí. – Pero tu dijiste que sí eras Asura.
– Continuó Veitch. – Y en cierta forma lo soy. Como dijera McLuhan " nuestra era de ansiedad es el resultado
de hacer los trabajos del mañana con los conceptos de ayer". Creo que así era, no estoy seguro. – Esto debe de
ser una broma – dijo Danna – Esa espada no es una broma. – Interrumpió Oztrando. – La voz de
Binigola Taa se tornó fría y aterradora – Yo no bromeo. – Gloya se incorporó y se colocó frente al hombre,
Estelar mostró sus cañones, pero Binigola Taa hizo una señal con su mano derecha. Estelar guardó compostura. –
Tus acertijos dirán lo que quieras, pero no puedes ocultar el mal que emana de tu ser. – Dijo Gloya - ¿El mal?.
Mi querido gladiador cibernético… - Es del género femenino – interrumpió Chat susurrando - …mi querida
Gladiadora – continuó Binigola Taa – me temo que aún les queda mucho por entender del multiverso y de lo
que significa ser un guerrero. – Dinos Binigola Taa, si ese es tu nombre, sobre ese significado del que hablas.
– Y ante la petición de Veitch los demas no ocultaron su asombro por lo cual este agregó – No me miren así,
algo me dice que debemos escuchar a este hombre. – Lo sé – dijo Binigola Taa – pues hay algo de sabio
en ti. Oztrando también, pero es muy orgulloso ´para aceptarlo. – Oztrando hizo una mueca y Binigola Taa prosiguió.
– Son estas jóvenes guerreras las que me preocupan, son demasiado impulsivas, como mi fiel Estelar. Pero esto
es porque son mas sensibles, mas perceptivas, demasiada responsabilidad para unas niñas. – Usted realmente era
un niño cuando tuvo semejante carga. – Interrumpió nuevamente Chat. – Yo tuve ayuda. – Usted podría
ayudarlas. Usted podría ayudarlos a todos. – Sí, podría, pero ¿a qué precio?. – El necesario, mi amo. Yo
estuve dispuesto a pagarlo. – Pero yo no Chat. Yo ya pagué demasiado. – Hizo una pausa y continuó –
Por lo pronto creo que será mejor buscar el abrigo de mi morada. – Chat no dijo nada mas y emprendió la marcha
junto a Binigola Taa y Estelar. Veitch los siguió y el resto algo confundidos decidieron imitar a su compañero. Pronto
se encontraron en el hogar de Binigola Taa, una cueva oculta al final del valle. Binigola Taa fue suficiente cortez
y considerado hacia Gloya y Estelar que decidió atender a los visitantes afuera, pues ninguno de los guerreros cibernéticos
cabía en su cueva. Chat le auxilió a preparar las cosas para estar cómodos y algunos alimentos. También ayudó a hacer algunas
reparaciones a Estelar y a Gloya, pues en sus tiempos de servicio en las fuerzas del emperador Canilek, había aprendido
bastante sobre máquinas. Binigola Taa observó al grupo, dio un suspiro, como si hubiera recordado algo muy querido.
Los kundalini lo observaban con detenimiento. No había duda que se trataba de un hombre peligroso, el mal era fuerte
en él, sin embargo por instantes era como si aquella poderosa figura de voz terrible se transformara en un chiquillo
inocente. Una rara sensación que perturbaba a los jóvenes guerreros. Finalmente Veitch preguntó - ¿Puede ayudarnos?.
– Sí puedo – contestó Binigola Taa – pero me temo que sería un esfuerzo inútil, todo está perdido.
– "Todo" suena tan definitivo. – Remarcó Gloya. Binigola Taa soltó una carcajada. – Aprende rápido,
¿verdad Chat?. – Así es señor. – Estelar no hacía mas que refunfuñar, le molestaba que la atención de su
amo estuviera fijada en alguien mas. - Dimos nuestra palabra de que lucharíamos hasta el final por acabar con Mara A'Kame
– Afirmó Danna. – La chica es una llamarada, inclusive cuando no está combatiendo, señor – dijo Chat.
– Así es amigo. Esperemos que no se consuma demasiado pronto. – Danna se disponía a reprochar el comentario
pero Binigola Taa continuó hablando antes de que pudiera decir algo. El caballero Lancelot intentó tener "palabra". Consideraba
que su "palabra" era la mas valiosa de sus posesiones. Lo curioso es que detrás de esto había una contradicción. Su
palabra era valiosa para él no sólo porque fuera bueno, pero también porque era malo. Es precisamente la gente "mala"
la que necesita tener principios para restringirse. A Lancelot le gustaba lastimar a la gente. Era precisamente por
la extraña razón de su crueldad que el pobre tipo nunca mató a nadie que le pidiera clemencia, o cometió alguna acción
cruel que pudiera prevenir. - ¿Cúal es tu punto? – preguntó Danna algo enfadada. Binigola Taa continuó. –
La gente tiene extrañas razones para terminar como santos. UN hombre que no hubiera estado afligido por ambiciones de
decencia en su mente simplemente hubiera huido con la esposa de su héroe y así tal vez la tragedia de Arturo nunca hubiera sucedido.
Un hombre ordinario que no hubiera pasado la mitad de su vida torturándose el mismo tratando de descubrir lo que era
correcto para conquistar su inclinación hacia el mal hubiera podido cortar el nudo que los llevó a la ruina. –
Todos guardaron silencio, algunos insectos silvestres se escucharon y luego Danna. – No entiendo. ¿Quién es Lancelot?
- ¿Quién es Arturo? – Preguntó Oztrando. – Se suponía que alguien tenía que huir con la esposa de alguien.
– Agregó Estelar, tratando de entrar en la conversación. Binigola Taa algo molesto miró a Chat. – No entendieron.
– Así es señor, es lo que sucede cuando se plagia a grandes novelistas.
El resto de la cena se mantuvo en
silencio, sólo se intercambiaron miradas y bocadillos. La tensión era tan densa que podría palparse. – Binigola
Taa – Dijo Oztrando . ¿Por qué dijiste que eras Asura? – Porque como ya lo mencioné, de cierta forma lo
soy. – Aquel hombre estaba alcanzando los límites de tolerncia de Oztrando, lo notó, y como no deseaba un enfrentamiento que
resultara en la destrucción del gnomulón inorgánico y sus acompañantes, prosiguió. – Verán, dentro de mí está
la esencia de aquel que ustedes llaman Asura, yo me encargué de consumir su ser. - ¿Pero cómo fue eso posible?. - ¿De
qué otra forma podría yo llevar la espada del averno, creada por el amo de las tinieblas para uso exclusivo de su ciervo predilecto.
– Binigola Taa dejó nuevamente perplejos a los kundalini que sabían que el hombre hablaba con la verdad, pues
podían sentir la presencia del señor oscuro. – Es sencillo de entender. Tras la destrucción de Asura en su enfrentamiento
contra Mara A'kame, yo sabía que intentaría regresar. No hice mas que esperar a que lo intentara para absorber su debilitada esencia.
– Los kundalini no podían creer la tranquilidad con que el hombre relataba sus macabras acciones. - ¿Pero cómo
podía estars eguro de su regreso?. – Continuó interrogando Oztrando aprovechando que Binigola Taa había dejado
los acertijos a un lado. – Simplemente – contestó – porque ya en el pasado había presenciado su destrucción
y lo ví resurgir como el fénix, aunque de manera menos gloriosa que la mítica ave. – Estelar al escuchar esto recordó
su vida de tiempos pasados en la que alguna vez le jugó una travesura a un amigo que compartía el nombre con aquella
criatura de leyenda, y por un segundo recordó el sabor de la felicidad.
- Pero ¿qué clase de persona puede realizar
semejante aberración? – Exclamó con cierta indignación Gloya. – Querida niña – dijo Binigola Taa con
tono paternalista, pero con acento fuerte – No es la primera vez tampoco, que hospedo el mal. Además, ¿Quiénes
son ustedes para reprochar?. Es la lucha interna la que hace a el Guerrero, quien engendra al bien tanto como a el mal.
Métanse en sus cabezas – continuó de manera mas enérgica – que Merú ha caído y con este Katnatek. Ustedes
mismos muy probablemente sean lo último que queda de la casta Kundalini, y debo decir que mi viejo amigo ha hecho una
pobre labor como maestro. Pero no lo culpo, le tocaron tiempos de extrema gravedad y su terquedad no lo dejó aceptar
la derrota. - ¿Cómo se atreve a hablar así de nuestro amado maestro?. – Le reclamó Veitch mientras se ponía de
pie y Danna desenvainaba su sable. - ¿Y cómo se atreven a reclamarme a mí que lo amo mas que nadie? – Binigola
Taa pausó por un instante, miró a su fiel Estelar y corrigió. – Mas que casi nadie. – Estelar asintió con
la cabeza. El hombre continuó. – Arrogantes Kundalinis con sus dragones de escamas de rubí. ¡Bah! ¡Yo llegué a
Merú en una nave!. – Binigola Taa soltó una carcajada desquiciada. La sensación nauseabunda regresó a los cuatro
guerreros. Binigola Taa se percató que perdía el control y se incorporó. – Deben estar concientes de que es precisamente
ese mal que llevo dentro el que me permitió traerlos hasta aquí en su inútil misión, y es ese mismo mal el que los
ha mantenido vivos. El Guerrero que alguna vez existió en mí se ha ido para darle vida al necromante que soy ahora y
al cual le deben su existencia. – Y mientras existan hay esperanza. – Interrumpió Chat. – Binigola
Taa lo miró molesto. – Pero si alguna vez hubo un Guerrero en ti – dijo Veitch, aprovechando la oportunidad
brindada por Chat – donde hoy existe el mal también habitó el bien. Aún sigue ahí, podemos sentirlo naufragando
en ese océano de maldad. – Mi querido amigo, si fueras humano en lugar de una lagartija, diría que miraste demasiadas
películas. – Veitch al igual que los demás no entendió el comentario, pero decidió ignorar la parte sobre la "lagartija".
– Los humanos… - iba a continuar Binigola Taa cuando lo interrumpió nuevamente Chat . – Hablas demasiado
sobre los humanos. – Binigola Taa lanzó un gesto mas de reproche al viejo espíritu. Y es que en realidad amaba
a los humanos, sólo que no podía perdonarles sus pecados, pecados que originaron la destrucción de todo aquello que
consideraba lo mas querido y que lo transformó en el ser bizarro que ahora hablaba ante los kundalini, el necromante
que alguna vez fuera el Guerrerotas noble. – Les decía, antes de que la imprudencia de Chat se hiciera presente
– Chat sonrío – que los humanos llegaron a comprender muy bien al multiverso, su idea de la entropía nos
dice que… - Y ahora nos metemos con la termodinámica. – Volvió a interrumpir Chat con enfado. - ¡Maldita
sea! ¿Te puedes callar? . – Gritó furioso el necromante. - Amigo y señor mío, tu y oy sabemos que eso es inevitable.
- Y por primera vez Binigola Taa se percató de las llagas y la sangre emanando de los poros del frágil cuerpo de aquel
niño con espíritu encestral. Pero la voz de Danna rompió su concentración - ¿Y supongo que con esa misma boca besaba
a su madre? - Binigola Taa pretendió no escuchar la pregunta sarcástica. -Les decía de la entropía, una idea bastante
acertada. Verán, consiste mas o menos en que siempre hay un incremento en el "desorden". Es también un hecho que siempre
hay mas estados caóticos o desordenados que ordenados, como un tipo muy curioso me comentara una vez: "Hay un número
enorme de formas en las que un rompecabezas puede estar desordenado, pero sólo una combinación revela la imágen completa."
- ¿A dónde quiere llegar con todo esto? - preguntó Gloya. - ¿No lo ven?. Ese es el secreto del éxito de Mara A'Kame.
El conoce bien los juegos del Gran Espíritu. Sabía que el Gran Espíritu solamente tenía una forma de armar la imagen y
un número enorme de formas para el caos. Eliminando esa forma solo queda lugar para el caos. El lo ha logrado y ahora
no hay manera de detenerlo. - Al final, el bien triunfará sobre el mal. - Aseguró Danna. - Mara A'Kame está más allá
del bien y el mal - dijo Binigola Taa pensativo. - ¿Qué es Mara A'Kame? - Preguntó Oztrando. - Ahora es una fuerza de
la naturaleza, pero antes fue un hombre, un guerrero. - Agregó Chat. - ¿Qué es lo que busca? - cuestionó Gloya. - Destruir
el multiverso como lo conocemos - contestó Binigola Taa. - En el "plan maestro", el multiverso no tiene principio ni
fín, es como una esfera con varias capas, equivalentes a los distintos planos de existencia, un espacio-tiempo finito,
pero sin bordes. Shilbalam y el profesor comprendían eso y así lograron construir la nave Tao, capáz de encontrar los
puntos mas cercanos entre cada area del multiverso, y por ende también viajar en el tiempo. Mara A'Kame quiere consumirlo todo
y una vez que lo logre, se generará una gran explosión, formando un nuevo multiverso a su imagen y semejanza. - Un "Bang" verdaderamente
grande - interrumpió Chat. - Como se darán cuenta, Mara A'Kame ha decidido desplazar al mismo Gran Espíritu y ocupar su lugar.
- ¡Imposible! - Exclamaron los cuatro kundalinis. - lo está haciendo en este momento - replicó Binigola Taa. - ¿Cómo podemos detenerlo?
Debe de haber una manera. - Exclamó con cierta gravedad Veitch. - He visto el futuro - pronunció distante Binigola Taa
- y pertenece a otro multiverso muy distinto al nuestro. - ¡Me niego a aceptarlo! - Grito Danna exaltada. - Y estas
en tu derecho, pero eso no cambia las cosas - contestó el necromante. - Cualquiera diría que haz tomado la navaja de
Occam como tu nuevo objeto de poder. - comentó Chat con una mueca entre las comisuras. - ¿De qué hablas? - preguntó
con curiosidad Binigola Taa. - Simplemente uso una parábola humana, como las que tanto te gustan. - Explícate. - Demandó
el hombre. - La navaja de Occam... estas usando lo que ves y desechando lo que no, o en tu caso, lo que no quieres ver.
- ¿Significa que si hay manera de detenerlo? - Preguntó Veitch cada vez mas desesperado. - Debes de estar bromeando
Chat. - dijo Binigola Taa en tono burlón y grosero - tu sabes que no. - Después de todo siempre existe la incertidumbre.
- ¿Incertidumbre?. - Ahora era Danna quien intentaba comprender lo que insinuaba Chat. - El "principio de incertidumbre" hace
que aunque puedas calcular un evento, esté sujeto a un proceso aleatorio. - Explicó Chat. - Estas filosofando con las leyes
del multiverso. - Reclamó Binigola Taa. - ¿Acaso se puede filosofar con algo mas? - contestó triunfal Chat. - ¡Bah!
- Expresó furioso su amo. - Tal vez Binogola Taa... - dijo Oztrando - si nos ayudara a entender cómo es que un hombre
se transformó en una fuerza de la naturaleza capaz de ambicionar tomar el lugar del Gran Espíritu, nos pueda servir
para alcanzar esta posibilidad que menciona Chat, por muy remota y aleatoria que sea. - Chat y Binigola Taa intercambiaron miradas
por unos cuantos segundos hasta que finalmente Chat pareció salir victorioso de aquel debate silencioso.
-Esta bien-
contestó el amo de Chat – les diré lo que les interesa saber, aunque no veo que sirva de algo. Eran tiempos difíciles
para los miembros de la GAU y los kundalini, los humanos habían sido manipulados por sus gobiernos y la gente poderosa,
para hacerles creer que cualquier catástrofe era nuestra culpa, desde un temblor o erupción volcánica hasta las enfermedades. Su
mayor argumento es que si nosotros no hubiéramos resurgido, entonces los metnalitas y la alianza del mal no hubieran
regresado a atentar contra la Tierra.
Los humanos no aceptaban el supuesto no intervencionismo de la GAU, pues había
suficientes pruebas de acciones de miembros de la GAU, tanto en el golfo pérsico, como en Centro América.
La
muerte de mi esposa no hizo las cosas más fáciles. Los humanos hablaban de libertad y de justicia, de democracia, de
liberación y de sueños de window shopping. De riquezas,televisión digital, el jet set y Hollywood. No importaban los
medios por los cuales mantuvieran ese estilo de vida, a la gente no le interesaba, no querían saber que su estúpido
mundo era una farsa. Mientras tanto, pueblos enteros eran exterminados en nombre del progreso, niños explotados en
fábricas en condiciones infrahumanas para que alguien pudiera usar el último modelo de calzado deportivo. Miles de personas
muriendo por buscar una vida mejor y dejando sus lugares de origen, pues no les brindaban oportunidades ni opciones.
Era una locura. Pero todo estaba bien,porque los medios y los lideres patrocinados por las compañías así lo decían. Cualquier
pensamiento en contra era atentar contra el mundo libre. Los Zuyua y la GAU atentamos contra el "mundo libre" y pagamos
el precio.
Mi esposa estaba apoyando una misión de rescate con varios miembros de las brigadas kundalini y algunos Guerreros
Estelares. Niños, mujeres, ancianos y hombres en general estaban siendo masacrados para evitar el que se fuera a generar
un levantamiento social. Prevención por medio del exterminio, los medios habían distorcionado la información, la versión oficial
de los "portadores de la libertad" era que la comunidad pertenecía a un grupo terrorista que había causado varios ataques
suicidas a centros financieros importantes. Las pantallas de televisión se veían invadidas de imágenes de las víctimas
de los supuestos ataques, a la gente no le interesaba saber quien vivía realmente en esos poblados enemigos, solo querían venganza
contra aquellos que habían atentado contra la estabilidad de las cuentas de banco de los grandes magnates, protectores
de la comida por microondas, las pantallas planas y el refresco de cola burbujeante.
Pero a ella no le interesaba
nada de eso, y fue precisamente cuando ayudaba a escapar a una familia que se dió cuenta de las atrocidades que los
humanos estaban dispuestos a realizar por proteger sus bienes. Una niña entre la familia que estaba evacuando mi esposa,
llevaba un dispositivo explosivo, el arma de destrucción masiva mas avanzada creada por el hombre, nunca nos imaginamos
que contaran con tal tecnología, muy probablemente proveniente de los laboratorios de Garkoz. Mi mujer trató de proteger
a la familia, pero ni transformándose en el material mas resistente logró evitar el morir desintegrada. Así fue como
inició todo, lo que Asura y el Amo de las Tinieblas habían intentado por tanto tiempo y fracasaron, los humanos lo
lograron. El lider de las "naciones aliadas" hizo un comunicado oficial, una explosión causada por un desperfecto en
un Robot de la GAU al interferir con una misión de rescate realizada por las fuerzas aliadas, causó la destrucción total
de una ciudad de 2 millones de habitantes. Tras la tragedia solo le quedaba a las naciones aliadas y hombres del mundo libre,
exigir y demandar el inmediato desmantelamiento de todos los Guerreros Estelares y permitir el acceso a las ciudades
de Agarthi a un grupo internacional de inspectores. Nos reusamos a destruir a nuestros amigos y tratamos de hacerle
entender a los necios políticos que solo seres positivos podían entrar a Agarthi, pues de otra forma los visitante podrían
morir. La comunidad internacional lo vió como una amenaza de nuestra parte y se prepararon para declararnos la guerra.
Después de nuestras diversas batallas los humanos habían logrado recabar robots provenientes de la alianza del mal y habían
logrado duplicar su tecnología, también obtuvieron restos de algunos Transformables caídos durante la fatídica explosión
y fue así como surgieron los primeros Adversarios, claro que al inicio tenían un nombre mas apropiado, eran Unidades
de Protección y Prevención de Terrorismo Cibernético, o alguna tontería así. El nombre no importaba realmente, el hecho
era de que la primera fase del plan había sido exitosa, los Guerreros Estelares habían sido convertidos en criminales,
nadie sabía realmente de qué se les acusaba, de lo único que estaban seguros era de su culpabilidad. Lo siguiente sería
mas fácil, los kundalini y en general, los miembros de la GAU atentábamos contra lo instituido por las distintas iglesias
y religiones, por ende, los intereses de muchas personas se veían afectados. Pronto fuimos señalados como falsos profetas
que querían llevar a los fieles con engaños al reino del maligno. Se me nombró el anticristo y una serie de acusaciones descabelladas.
El odio de los humanos hacia nosotros crecía, pero yo no le prestaba atención, aún distraido por la pérdida de mi amada,
pasé por alto muchas cosas, pero sobre todo algo que nos persigue hasta nuestros dias. Verán, mi esposa era amada
por todos los miembros de la GAU, era una mujer tan noble, tan sensible, llena de amor para todos, irradiaba alegría y
felicidad, aún en los momentos mas difíciles. Pero había alguien que sentía algo mas por ella, pero por respeto a nuestro
matrimonio nunca se atrevió a expresar sus verdaderos sentimientos, muy probablemente Katnatek debió saberlo y el viejo Shilbalam,
pero ninguno de los dos hizo nada al respecto, después de todo, ¿qué podían hacer?. - ¿A qué te refieres? - interrumpió
Danna - Un poderoso Guerrero Kundalini y brujo blanco compartía mis sentimientos hacia mi esposa, sin embargo no pudo soportar
la idea de su muerte. Acudió a mí pidiéndome que buscaramos la forma de regresarla, que probablemente estuviera atrapada
en el mundo astral, el muy idiota, como si no hubiera pensado en eso ya. Se lo hice saber y enfureció, estaba renuente
a aceptar su muerte, una importante lección Kundalini, como todos ustedes lo saben. Desgraciadamente ninguno de nosotros
logró hacer algo para calmar su dolor, y ese dolor se convirtió en odio, odio hacia los responsables de su muerte, odio
hacia el Gran Espíritu por haberlo permitido. No comprendía que su tragedia en realidad no había sido su muerte, si
no el haberla perdido, el Guerrero Kundalini se había tornado egoista y nuestra falta de preparación para enfrentarlo
fue nuestra perdición. Pronto abandonó Agarthi en busca de los responsables de la muerte de Lis. Se presentó ante una
reunión de los líderes de los paises aliados para hacerlos rendir cuentas por la muerte de mi esposa. Había olvidado
por completo que junto con ella murieron 2 millones de humanos y varios de nuestros compañeros, a él solo le importaba
su pérdida. Estuvo a punto de lograr su objetivo, pero afortunadamente el viejo Shilbalam llegó a tiempo para impedirlo.
Lo que siguió fue un terrible duelo entre ambos brujos, habían pasado muchos miles de años desde que Shilbalam o cualquier
Kundalini había enfrentado a un Guerrero caído. El viejo brujo salió victorioso pero el precio que tuvimos que pagar
por tal victoria fue muy alto. El Guerrero caído murió a manos de Shilbalam, no sin antes dar un golpe mortal a su oponente.
Ese día perdimos a dos grandes amigos y a nuestro maestro. El mundo también obtuvo finalmente el pretexto que necesitaba
para declarar a los kundalini fanáticos peligrosos y elevar la cacería a un nivel mas alto. – ¿Una guerra entre
los humanos y los kundalini? – Preguntó Veitch – Nosotros por supuesto, solo nos defendíamos, supongo que
Asura estaba demasiado divertido observando los acontecimientos que se desarrollaban, que decidió no intervenir, ademas,
no quería brindar una oportunidad para que la GAU llegara al rescate de la humanidad y recuperar la confianza de los
habitantes de la Tierra. Por todo el planeta eran perseguidos todos aquellos que se atrevían a ser aspirantes a Guerreros
Kundalinis o que simpatizaban con la GAU, las ciudades de Agarthi eran refugio de miles de perseguidos por "conspirar"
contra la humanidad. Y luego vinieron los bombardeos, usaban su armamento mas avanzado para tratar de penetrar las defenzas
de Agarthi. Todo esto nos distrajo de lo que sucedía en otros planos de existencia. El Guerrero caído no había aceptado
su derrota y rondaba por diversas dimensiones en forma astral, finalmente se encontró con el mismísimo Amo de las Tinieblas
e hicieron un pacto, usando sus habilidades de brujo y con el poder del Amo de las Tinieblas invocó al señor de los
muertos, llegaron a un acuerdo y con la ayuda de prácticas oscuras, el Guerrero Caído volvió a nacer en un acto bestial
que atentó contra todo lo mas sagrado de la vida misma. Pero el Guerrero fue un ingenuo al creer que al señor de los
muertos le interesaba cumplir con su parte del trato, de hecho fue un ingenuo al creer que tal trato existía en realidad,
justo cuando creyó que tendría a Lis entre sus brazos se dió cuenta de la verdad, todo había sido una treta, al señor
de los muertos solo le interesaba divertirse ante el caos que causaría la ruptura del balance entre el mundo de los
vivos y su reino y claro, el Amo de las Tinieblas muy seguramente no tenía nada mejor que hacer. Para cuando se dió
cuenta ya era muy tarde para él, volvería a morir y esta vez sería un esclavo mas del señor de los muertos y del Amo
de las Tinieblas, pero el Guerrero aún contaba con algunos aces bajo su manga y justo cuando su ser era consumido, su
odio y su enamoramiento entremezclados encapsularon su esencia e impregnaron todo lo que les rodeaba – cada rincón,
cada esquina, cada persona, cada ser, cada célula, cada molécula cercana fue sembrada con esta semilla que yacía latente,
en espera, en espera de su venganza. Esto pasó inadvertido por nosotros y por Asura, quien mas tarde sufriera él
mismo las consecuencias de ello. Con el tiempo y supongo que por alguna forma de instinto la esencia de aquel Guerrero
formada de odio y amor, dos de las fuerzas mas puras y primordiales que unen a la existencia misma, se condensó y materializó
en una forma que aseguraría su sobrevivencia y expansión – ¡El virus! – Exclamó Danna – Así es –
continuó el maestro oscuro – y hasta cierto punto es algo lógico, si es que la lógica tiene cabida en todo este
asunto. Un virus no está vivo ni muerto, es tan sólo un fragmento de código genético, un nexus entre la vida y la
muerte, el vehículo perfecto para alguien que existe en los límites de ambos reinos. Eso es MARA A'KAME, el odio y amor
entrelazados, la esencia de lo que alguna vez fue Poak Ull. Después de eso, se imaginarán el resto; el caos y el terror
descendieron sobre la Tierra, los Kundalini poco pudieron hacer, no luchaban contra el mal, era algo completamente distinto,
era la locura que lo envolvía todo.
- ¿Qué sucedió con Asura? – Preguntó Oztrando – Lo inimaginable,
MARA A'KAME demostró poder aún mas que el Amo de las Tinieblas, ambos entes se enfrentaron, pero MARA A'KAME va mas
allá del bien y el mal, el Amo de las Tinieblas no tuvo oportunidad alguna y fue absorbido por la esencia de aquel Guerrero
de quien se burlara tiempo atrás. Asura se dió cuenta de la peligrosa situación que se vivía, ya no era el mal sobre
el bien, si MARA A'KAME triunfaba solo reinaría el caos. Ante la caída de su amo, Asura y lo que quedaba de su alianza
del mal se unieron a los kundalini y la GAU en la guerra que acabaría con todas las guerras, o por lo menos eso se creía,
ying y yang unidos, tras la victoria el balance universal sería restituido. Sin embargo, era una guerra que desde su inicio
estaba destinada a ser perdida, las fuerzas de Asura eran débiles, muchos kundalini habían muerto y los pocos Guerreros
Estelares que resistían no eran suficientes para enfrentar la pesadilla que se desbordaba ante nosotros. Hermano contra
hermano, kundalinis asesinando kundalinis a sangre fría. Todo estaba perdido.
Asura enfrentó finalmente a MARA
A'KAME en una última avanzada de las fuerzas de la resistencia, fue una noche gloriosa, una noche de héroes, ¡una noche
de muertos que ya nadie recuerda! – Tú los recuerdas – intervino Gloya – ¿Y de qué me sirve? –
contestó el maestro oscuro - ¡Ja! Y pensar que la esperanza del Gran espíritu recae en ustedes - ¡Jajajajajaja! –
¿Vas a terminar tu relato o no? – Reclamó Danna – Ya ha terminado, el resto ya lo conocen, o lo intuyen,
los kundalini sobrevivientes escaparon a otro sector lejano donde pudieran reagruparse y crear una fuerza lo suficientemente
fuerte para enfrentar a MARA A'KAME cuando llegara la ocasión. Claro que fracasaron enormemente, Merú fue destruido,
los cuatro inútiles Caballeros Karmatrón aniquilados y ustedes hicieron un largo viaje lleno de peligros para morir estúpidamente,
fin del relato. – Hay algo que aún no me queda claro – comentó Oztrando - ¿Qué papel jugaste tú en todo
eso? – El maestro oscuro se mantuvo callado, hizo una mueca y dió la media vuelta - ¡Ninguno! No había nada que
hacer, todo era inútil. - ¿Pero por qué nos envió el maestro Lagarto contigo? - ¡Ah! Ese viejo tonto es un romántico
idealista – Los envió conmigo porque soy el único que podría reestablecer la comunicación con Merú, si esta siguiera
existiendo. Aún me sorprende que esa bola de moho con patas sea el guía de la nueva casta kundalini. No me extraña nada
ver en lo que se han convertido. – Gloya se colocó frente al maestro oscuro, bloqueándole el paso, inmediatamente
Estelar se colocó detrás de Gloya. El maestro oscuro le hizo una seña con su mano a Estelar y este se contuvo. –
Por
lo menos nosotros seguimos luchando y moriremos luchando, no nos escondemos como cobardes. No somos los únicos que nos
hemos convertido en algo distinto a lo que éramos. Puedo percibir el kundalini que hubo en ti. Tu esposa murió luchando,
me preguntó qué te diría hoy si te viera convertido en la detestable criatura cobarde que eres. – Gloya se retiró
del paso del maestro oscuro y se dirigió a Estelar – Realmente no te recomiendo que te cruces en mi camino este
día Estelar - Estelar contestó con un gruñido y siguió a su amo hacia su morada. - ¡Ah! Una cosa mas kundalinis –
dijo el maestro oscuro deteniendo su marcha, pero sin voltear a verlos – Supongo que esto les corresponde a ustedes
ahora – Y con un rápido movimiento de manos arrojó hacia los kundalinis lo que parecía ser unos cinturones escarlata
y continuó su camino. Veitch se acercó a ellos y los observó detenidamente - ¡Por el Gran Espíritu! Gritó Veitch - ¿Qué
sucede? - preguntó Oztrando. Y conforme levantaba con sus manos los cinturones y un conocido emblema se hacía presente,
le contestó - ¡Son los Kalpes!...
Concluirá...
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