PROLOGO
Ante la total oscuridad, una chispa de luz se alcanza a percibir, abro los ojos y miro a mi alrededor. ¡La sensación
es increible!. Me tomó mucho tiempo la formación de mi cuerpo, alcanzar un estado de conciencia¡ya no puedo esperar más tiempo!.
Deseo salir al mundo, formar parte del todo y construir un camino que me lleve a un futuro incierto.
La hora ha llegado.
Mi desesperación por volver a nacer es tal que comienzo a razgar las paredes que me encierran. La sangre acude al llamado,
rompo mi prisión a mordidashe regresado.
No faltaron las personas que al ver los sangrientos restos de aquella miserable creatura que me aprisionaba, comensaran
a gritar de pánico. Los envolví, y se deboraron entre sí. Pobres, fueron victimas, al igual que yo lo fuí hace tiempo. Pero
aún en este estado, yo no sobreviviría en su mundo cruel, por eso, ante la presencia del Gran Espíritu, invoco el poder supremo,
la esencia de mi ser.
Mi pecho se abre, le sigue mi vientre y mi garganta. Mis ojos sangran; ¡el dolor es indescriptible!. He cambiado, lo
puedo sentir, la metamorfosis termina, un nuevo ser ha surgido.
Lleno de fuerza y sed de aplastar a quien me dañó, parto
para enfrentar mi destino, mas este es despiadado conmigo y la guia hacia mí.
Mi alma se altera y estalla en mil pedazos. Trato de controlarme pero todo es en vano, nuevamente siento como mi mundo
se desmorona, y mientras ella se aleja, una figura conocida aparece frente a mí. El rostro pálido del señor de los muertos
dibuja una sonrrisa. Vamos.- Me dijo- Es hora de partir; creiste ser invencible, creiste haberla olvidado.Que lástima me das,
tu impaciencia por vivir sólo destruyó lo poco que quedaba de tu ser.
La última lagrima brota de mis ojos. Ella se pierde mientras grito su nombre, vuelvo a la prisión, espero el momento
en que su imagen se borreespero el momento de mi venganza.